Palabras clave: macroeconomía, dinero, economía antropológica, historia económica, política monetaria, economía de regulación, escuela neoclásica, crisis financieras, mercados financieros, teoría monetaria. Dinero, 5000 años de deuda y poder, Michel Aglietta.
Michel Aglietta (2018) “Money, 5.000 years of debt and Power”, edit. Verso, ISBN-13: 978-1786634412.
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“En el mundo del mercado, es la posesión de efectivo lo que confiere libertad. Para que la economía de mercado pueda funcionar correctamente, es necesario que el dinero sea un bien público.”
M. Aglietta, “Money, 5.000 years of debt and Power”
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La obra desarrolla un análisis exhaustivo sobre el concepto de dinero, su uso y su impacto durante los últimos cinco milenios. A lo largo de su extenso trabajo define muchas formas el dinero, como un “animal político”, como “una forma de riqueza” como un “depósito de liquidez” o como “un bien público”, que sin duda es la definición más impactante. El trabajo apuntala que el dinero es tan importante como las ideas a efectos de estabilidad social. Tanto para mantener un imperio como para romperlo se ha de controlar la política monetaria. El sistema monetario debe trasmitir confianza y seguridad o, a la inversa, no hay una forma más sencilla de generar una revolución que alterando el sistema monetario.
Aglietta está asociado directamente a la escuela de economía de regulación. De hecho, es uno de los socios fundadores, crítica con los sistemas de acumulación de capital derivados del mercado. Buena parte de sus ideales están reflejados en “Money”. Es un libro con carácter antropológico, observando la evolución del intercambio desde sus orígenes hace varios milenios. El libro es incisivo y directo, hay algunas secciones con desarrollos matemáticos que pueden resultar más densas, sin embargo, son prescindibles y no cortan la narrativa del autor.
Desde el principio deja claro su alejamiento de la escuela neoclásica en la formación de precios. Lejos del estilo de la mano invisible de Adam Smith donde los mercados forman precios, Aglietta afirma que no son los mercados la base de la economía sino los individuos y su forma de interactuar. Y en medio de ellos, organizando todo el sistema de pagos y deudas, el dinero.
Es especialmente duro cuando habla de la teoría financiera y de su lobby, de las verdades fundamentales que establecen y del “veneno intelectual” que impregnan. Da la sensación de que una especie de verdad inmutable acompaña la realidad neoclásica, mercados límpidos y en permanente equilibrio. Habla de las tres mentiras que rodean el mundo financiero, merece la pena exponerlas, aunque el spoiler sea largo.
“La primera mentira indica que, si las finanzas son totalmente gratuitas, globalizadas y no reguladas, desarrollarán instrumentos para asegurarnos contra riesgos (productos derivados), haciendo imposible la propagación e intensificación de incendios.“
“La segunda, es la afirmación que los mercados financieros encuentran espontáneamente en su propio equilibrio.“
“La tercera mentira es que los mercados financieros son morales. Esta mentira afirma que el funcionamiento de los mercados es en sí mismo transparente, cualquiera que sea la ética del individuo o actores del mercado.“
Y, sin embargo, lo imposible sucedió. La crisis financiera mundial de 2008 que hace saltar por los aires todas las teorías neoliberales que impregnan el mercado.
En el otro extremo reconsidera a Keynes. Afirma que sus ideas vuelven a tener vigencia cuando habla del control supra nacional del sistema de créditos y de pagos, anticipado por el genio de la economía y dado forma en el Fondo Monetario Internacional en Bretton Woods.
Cuando Lord Keynes presentó su visión del orden monetario de la posguerra en 1942, concibió un sistema de reglas para los pagos internacionales que neutralizaría la cuestión de la liquidez final a nivel internacional. Su visión era llevar la lógica del principio bancario a su conclusión extrema, a través de un sistema jerárquicamente organizado de créditos y pagos cuyas reglas harían imposible que los actores privados acumularan liquidez internacional.
La Edad de Bronce es cuando de forma efectiva comienza el intercambio, inicialmente a través de trueque. Aunque rápidamente se consolida un sistema de monedas basado en metales preciosos. Su recorrido histórico del dinero es nítido y claro exponiendo ejemplos del impacto del dinero. Grecia Antigua, Roma, Edad Media, Revolución Industrial asociada a revolución monetaria, sistemas avanzados de crédito, transferencia de riesgos, mercados, monedas fiduciarias de uso generalizado y, por supuesto, las criptomonedas de las que Aglietta es escéptico.
“Bitcoin no es más que un instrumento monetario sin cuerpo … separado de cualquier noción del bien público y desconectado de cualquier autoridad soberana que pueda garantizar su liquidez y resistencia perenne. Bitcoin mantiene la ilusión de una comunidad virtual a través de las redes de quienes promueven e intercambian ideas al respecto, pero no cuenta con el respaldo de ningún sistema bancario organizado jerárquicamente supervisado por un banco central o por un sistema de compensación que permita la sostenibilidad duradera de los pagos para estar garantizado.”
Sin duda, el capítulo que me parece más interesante es el quinto donde relaciona las crisis económicas con la historia, con un apartado amplio para las crisis financieras. Los detalles que va proporcionando sobre cada una de ellas son exhaustivos. Pero Aglietta busca centrarse en la época realmente interesante de cambios en el dinero, desde Bretton Woods con la primacía del dólar y el patrón oro hasta la actualidad. Desde la crisis de 2008 indica que se está produciendo un proceso de liquidez extrema propiciado inicialmente por la Reserva Federal y continuado por una larga lista de bancos centrales. Esta liquidez busca rentabilidades lo que incentiva los productos financieros de corte especulativo y organismos financieros paralelos como la banca en la sombra.
La conclusión de estas investigaciones es que los métodos habituales de regulación de los actores a través de la provisión de capital y liquidez son constantemente eludidos por nuevos acuerdos financieros que traen consigo el surgimiento de actores nuevos y no regulados.
Afirma que es cierto que se ha incrementado los sistemas de regulación financiera pero que, no es menos cierto que la ingeniería financiera va por delante de los intentos legislativos de control. Añade que el control debe realizarse por una autoridad monetaria supranacional que administre el conjunto del sistema monetario internacional, la esencia del Fondo Monetario internacional en la idea de Keynes.
Las transacciones, y no solo los actores involucrados en ellas, deben ser reguladas para contener la proliferación de actividades que suministran liquidez al por mayor. Esto significa prohibir cadenas de transacciones sin control. (…) Deben ser supervisados por reguladores que solo acepten productos cuyos riesgos puedan ser interpretados y calculados.
En esencia, afirma que las crisis de liquidez pueden ser controladas por una autoridad monetaria acreditada, un gran banco internacional que controlara la liquidez en último recurso. No obstante, todo el sistema monetario puede funcionar siempre y cuando se superponga el interés público al privado, algo que cuestiona haya ocurrido en los últimos 40 años.
Juan Vega Cervera
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Puedes encontrar más información general del trabajo en Wikipedia y amplias opiniones personales en foros de Goodreads. Una discusión de los fundamentos teóricos de la economía en la ciencia ficción / fantasía puedes leerla en “Estado de la Cuestión” en este mismo blog.
Imagen de Augusto Ordonez, A1 B2 y Gerd Altmann en Pixabay