La Chica Mecánica // Paolo Bacigalupi

Palabras clave: moneda basada en calorías, bioeconomía, recursos, escasez, sobrepoblación, maltusianismo. La Chica Mecánica, Paolo Bacigalupi.

Paolo Bacigalupi (2009) “The Windup Girl”, edit. Night Shade Books, ISBN:  9781597801584.

Paolo Bacigalupi (2011) “La Chica Mecánica” , edit. Plaza & Janes, ISBN: 9788401339400.

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Sudeste asiático, Tailandia y siglo XXIII. El planeta es un caos.  Tras 200 años de cambio climático se produce un aumento de las temperaturas y del nivel del mar que cubre la mayoría de las ciudades.  Tailandia ha logrado soportar la violencia del agua utilizando diques y bombas. Se sucede una avalancha de epidemias, enfermedades y plagas. Además, incorpora un componente maltusiano como es la sobrepoblación. Se producen hambrunas y carencias de todo tipo. El panorama es desolador.

“Chaiyanuchit comprendía lo que estaba en juego, y lo que había que hacer. Cuando las fronteras debían cerrarse, cuando los ministerios debían aislarse, cuando Phuket y Chiang Mai debían saquearse, no vaciló. Cuando los brotes selváticos estallaron en el norte, quemó y quemó y quemó, y cuando despegó a bordo del dirigible de Su Majestad el Rey, Jaidee disfrutó del privilegio de viajar con él. Llegados a aquellas alturas, su misión se reducía a recoger los cristales rotos. AgriGen, PurCal y los demás habían empezado a exportar semillas inmunes a las plagas y exigían unos precios exorbitantes, al tiempo que los piratas genéticos nacionales intentaban descifrar el código de los productos de las fábricas de calorías y se esforzaban por dar de comer al reino mientras Birmania, los vietnamitas y los jemeres sucumbían.”

Las multinacionales biotecnológicas controlan la alimentación. La biotecnología es la reina de las ciencias y es aplicada a cultivos, animales y humanos y las calorías la moneda aceptada. Los combustibles fósiles (petróleo, gas natural y carbón) prácticamente han desaparecido y se ha comenzado a utilizar tracción animal.

“Sus abuelos contaban historias sobre la exploración de los suburbios abandonados, buscando las migajas y los despojos de vecindarios enteros destruidos durante la Contracción del petróleo.”

El sector energético está igualmente afectado y se produce energía mediante unos impresionantes elefantes modificados genéticamente llamados Megodonts cuya fuerza bruta hace que las turbinas giren y se produzca electricidad. También se utilizan las algas para producir energía pero con límites, dado que cualquier cambio en su química puede ser letal para los trabajadores.

“Los megodontes empujan las ruedas de transmisión entre gruñidos de esfuerzo, con las enormes cabezas agachadas, puliendo el suelo con sus trompas prensiles mientras trazan lentos círculos alrededor de los tambores de bobinado. Los animales modificados constituyen el corazón del sistema motriz de la fábrica y proporcionan energía a las cintas transportadoras, los ventiladores y la maquinaria de producción. (…) Las algas, debidamente curadas, proporcionan un aumento exponencial en la absorción del momento de torsión. Olvídate de su potencial calórico. Concéntrate en las aplicaciones industriales. Si me das un poco más de tiempo, puedo ofrecerte el mercado de almacenamiento de energía en bandeja.”

Malasia (Bacigalupi utiliza Malaya) es uno de los escasos lugares en los que todavía quedan semillas no modificadas de plantas desaparecidas, semillas que anhela el resto del planeta porque pueden soportar las enfermedades creadas por los científicos.

“El reino de Tailandia ha demostrado ser más listo que muchos de sus competidores y prospera mientras países como la India, Birmania y Vietnam se derrumban como fichas de dominó, muriéndose de hambre y mendigando las sobras de los avances científicos de los monopolios calóricos.”

Anderson Lake es director de una fábrica-tapadera  pues su auténtica misión es interceptar estas semillas. Busca en los mercados callejeros de Bangkok productos para intentar descubrir la ubicación del banco de semillas de Tailandia. Su segundo de abordo, Hock Seng, un ejecutivo chino que le traiciona e intenta robar documentos y diseños secretos. También está Emiko, un ser procedente de ingeniería genética y por tanto con modificaciones en su ADN. Diseñada para proporcionar placer a cualquier nivel, trabaja un club donde es vejada continuamente, violada o torturada. Y su diseño genético no le permite reaccionar.  Sueña cada día con alcanzar su libertad.

El autor plantea una economía distópica, bajo unas pautas tecnológicas de estancamiento. Los recursos naturales se agotan y el mundo depende de las multinacionales de calorías que controlan los alimentos y el suministro de energía pero que son fuente de múltiples plagas.

La economía mundial se derrumba y la tecnología no reacciona para sofocar los problemas. Con una sobrepoblación mundial no hay alimentos para todos los habitantes del planeta. En un nivel microeconómico, la demanda excede a la oferta y se generan exceso de demanda en forma de carencias de todo tipo y hambre.

“—No es cuestión de perspectiva —dice Akkarat—. (…) Con la Contracción, su adorada economía global nos dejó muertos de hambre y con un exceso de especialización. —Acusa a Anderson con la mirada—. Y luego llegaron sus plagas calóricas. Prácticamente nos dejaron sin arroz.”

La auténtica moneda de intercambio son las calorías. Cualquier producto que las generen es de alto valor por tanto susceptible de ser intercambiado.

Basta un solo gen resistente a las plagas calóricas o capaz de aprovechar el nitrógeno con más eficacia para que los beneficios se disparen. Pasear la mirada por el mercado sería suficiente para ver que esa es una verdad que se respira en el ambiente. Los callejones son un hervidero de thais que lo compran todo, desde versiones modificadas de arroz U-Tex hasta gallinas de la variedad bermellón.

En un ámbito macroeconómico, lo que realmente está describiendo con detalle es el ciclo económico, es decir, tras un proceso de expansión donde las economías crecen asociado a la abundancia, le sigue un periodo de contracción con colapso económico y ecológico. Bacigalupi adapta los ciclos económicos a centenares de años y a la economía mundial pero el concepto es el mismo.

Por último, recoge con realidad el proceso de crisis económicas. Las crisis en economía no son rápidas y brutales (salvo en estallido de burbujas especulativas o catástrofes ambientales o epidémicas) sino casi siempre lentas y progresivas. Las crisis económicas van arreciando poco a poco, comienzan con indicadores negativos de escasa importancia y, poco a poco, va aumentando hasta la desaparición de sectores productivos enteros. En la novela de Bacigalupi sucede igual, el proceso de deterioro es constante y regular.

JV

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Puedes encontrar más información general de la novela en Wikipedia y amplias opiniones personales en foros de Goodreads. Una discusión de los fundamentos teóricos de la economía en la ciencia ficción / fantasía puedes leerla en “Estado de la Cuestión” en este mismo blog.

Imágenes de Xavier Espinosa, Gerd Altmann y Hasse Froom en Pixabay.

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