Palabras clave: colonialismo, economía del desarrollo, feminismo, comercio, A Matter of Profit, Hilari Bell.
Hilari Bell (2001) “A Matter of Profit”, edit. Harper Collins, ISBN: 9780060295134.
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Si algo destaca en esta novela es la capacidad de Bell para crear
especies diferentes que interactúan unas con otras con sentido y realismo, aún
más, de forma entrañable. Primero son los Karg una especie alienígena que
lucharon con los humanoides para intentar someterlos. En esa ocasión los
conquistadores perdieron y los alienígenas fueron expulsados. Luego están los
Vivitare que es la especie humana. Y por último los T´Chin, un tipo de insectos
/ arácnidos con 40 mundos y 40 especies distintas. Sin embargo, Bell hace
diferente esta novela pues incorpora el concepto de dinero como fuente de
poder, capaz de anular una poderosa flota de combate sin necesidad de utilizar
una sola arma.
Ahvren, es un joven Vivitare de alto nivel social. Tienen un
código de funcionamiento absolutamente excluyente y militar. Sólo los más
hábiles, los más fuertes, los mejor preparados sobreviven, recordando a los guerreros
espartanos de Leónidas. La conceptualización de la mujer en este contexto es
como cuasi reproductoras, ineptas para prácticamente todo. Los Vivitare son
conquistadores y en su afán expansionista contactan con la Confederación
T´Chin.
Ahora bien, los Vivitare y los T´Chin son muy distintos. Sociedades antagónicas sobre todo respecto a la forma de conceptualizar el intercambio, el comercio y su máxima expresión, el sistema monetario y el dinero.
Por ejemplo, cuando Ahvren busca información sobre los T´Chin,
cuestionando la necesidad del dinero físico para cualquier intercambio.
Era mucha la información la que necesitaba. Ahvren prefería obtener información de la gente, pero este podría ser un buen lugar para comenzar. Se deslizó dentro de la cabina y dio de comer a la caja de cobre una onza que lo activaría. La insistencia de T’Chin de que alguna ficha física cambiara de manos en cualquier transacción financiera era molesta. Para individuos que se preocupaban tanto por el dinero físico, habían aceptado con escasa protesta los variados bloques de metal del sistema monetario Vivitare. La pantalla frente a él se encendió y comenzó a balbucear, cara tras cara alienígena fueron apareciendo.
O bien, en la salida de un restaurante en el momento de pagar. La preocupación del T´Chin y el desinterés del Vivitare.
¿El equivalente de T’chin de un apretón de manos? ¿Un abrazo? Sus antenas eran sus únicos órganos con sentido del tacto. Cuando se terminaron las comidas y se retiraron los platos, la intensidad eléctrica volvió. ¿Por qué alguien se preocuparía tanto por el dinero? Especialmente si ya lo tenían, y cualquiera que pagara por las comidas en este sitio tenía que tener mucho. La mayoría de Vivitare siente que el dinero solo es útil si necesitas comprar algo.
Ante el asombro de los Vivitare, no hay confrontación con
los T´Chin. Lejos de luchar, 39 de los 40 mundos de la Confederación T´Chin no
ponen ningún tipo de resistencia y se rinden directamente. La trama se complica
pues Ahvren, tras sofocar una rebelión, quiere dejar el mundo de la guerra. Su
padre, Saiden, un alto miembro de la casta Vivitare le ofrece un pacto:
descubrir el complot que existe para asesinar al emperador Lessar y a cambio
podrá dejar el mundo militar. Al final el complot era correcto pero el objetivo
estaba confundido pues querían realmente asesinar al hijo del emperador Dravik y
el asesino era la hermana de Ahvren, Sabri.
En la investigación de Ahvren para resolver el misterio se
desarrolla las conexiones entre especies. Poco a poco va adoptando pautas de
los T´Chin, especialmente las de tipo económico cuando se da cuenta que si un
T´Chin establece que algo no es rentable, lo rechaza. Y él, comienza a hacer lo
mismo.
Maldición, el bastardo quería que perdiera los estribos. Ceder ante él, como diría el T’Chin, no era rentable. Entonces no lo hagas. Respiró profundamente varias veces. Descubrió que su mano estaba presionando la empuñadura de su espada, y quitó sus dedos de ella. La habitación era agradable, casi femenina, llena de telas ricas y cojines suaves. (…) ¿Es ese un pensamiento no rentable? “Sí”, dijo el erudito bruscamente. “Solo un udulu se zambulle en el fuego porque es bonito”. Ahvren sonrió.
Los T´Chin han ido asimilando a todas las especies que han intentado conquistarlas y los Vivitare han sido la última especie. La defensa de los T´Chin no es mediante confrontación directa, eso no les interesa en absoluto. Una rebelión sólo podría organizarse mediante una asimilación social y económica de los estándares T´Chin.
“Pero en el mercado de acciones esta mañana me di cuenta que una rebelión de T’Chin tendría que comenzar con dinero “. (…) “En el mercado, pude sentir lo importante que era el dinero. Como si fuera el alma de su gente, y el mercado de acciones fue el corazón que lo impulsó”. (…) “Somos, después de todo, un puerto comercial. Primero mar, luego aire, luego espacio, pero siempre una ciudad de comercio.“
Además, tras la aparente sumisión de los T´Chin, utilizan toda una política de lavado de dinero y de ocultación de bienes. Los Vivitare son guerreros pero nada saben de políticas comerciales, mercados paralelos, lavado de dinero o sistemas para ocultar patrimonios.
“¿Por qué me mentiste? “Porque el dinero puede ser la forma más barata de licitación, pero no siempre es barato”. El comerciante paseaba por la pequeña habitación y, por primera vez, Ahvren vio ira en los ojos de pestañas blancas. Ira y orgullo. “Compré grandes cantidades de materias primas y las envié fuera del planeta, en naves que aún poseo, sin importar el nombre de quien figure en los registros. Compré acciones a un precio más bajo de lo que se informó, por lo que parecía una pérdida cuando las vendí. Hice todo lo que pude para que mi riqueza fuera invisible cuando sus recolectores vinieron a espiar nuestros bancos de datos.“
Es decir, a pesar de ser conquistados la cultura de la Confederación
se sobrepone a los conquistadores. La razón no es otra que el ofrecimiento de
un conjunto de mundos con crecimiento estable, dedicados al comercio y con el
objetivo de obtener beneficios. Bell pone de esa forma por delante a la
economía respecto al tema militar. La novela está salpicada de ideas respecto a
la asimilación progresiva de la cultura T´Chin.
Es una idea inversa al concepto de colonialismo económico estándar. El colonialismo económico se utiliza en economía del desarrollo y también en finanzas públicas. Su concepto es bien conocido, en palabras simples los conquistadores imponen sus modelos de economía a los conquistados y de esa forma los primeros se benefician del intercambio. Pero Bell le da la vuelta de forma sugerente. Los conquistados realmente se dejan conquistar y poco a poco van imponiendo su estructura de mercado y de comercio a los conquistadores por el criterio de beneficios, de rentabilidad, de ganancias. Entonces, ¿quién es realmente el conquistador? ¿quién es el conquistado?
Ahvren sacudió la cabeza, todavía asombrado. “Y una vez me pregunté por qué no te importaba usar nuestro dinero. Cambias los sistemas monetarios con cada conquistador, ¿no? “Si. Como te dije, en T’Chin lo que importa es la transacción, no el medio de intercambio. (…) Siempre nos enriquecemos de aquellos que absorbemos. Es por eso que tu gente es realmente bienvenida. Porque sabemos que nos enriquecerá de manera que supere cualquier inconveniente temporal que puedan habernos causado “.
JV
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Puedes encontrar más información general de la novela en Wikipedia y amplias opiniones personales en foros de Goodreads. Una discusión de los fundamentos teóricos de la economía en la ciencia ficción / fantasía puedes leerla en “Estado de la Cuestión” en este mismo blog.
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