Lotería Solar // Philip K. Dick

Palabras clave: teoría de Juegos, minimax, probabilidad, estadística, juegos de suma cero, equilibrios de Nash, distribución de riqueza, pobreza en Lotería Solar de Philip K. Dick.

Philip K. Dick (1955) “Solar Lottery”. Ed. Ace Books, USA.

Philip K. Dick (2001)” Lotería Solar”, Ediciones Minotauro, ISBN 9788445076309.

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Un Philip K. Dick muy joven nos sorprende con una de sus primeras novelas, impactante en términos de ciencia ficción. Y si te gusta la economía mucho más. Se trata de una novela distópica con fuertes componentes estadísticos y de probabilidad. Anticipa algunos de los elementos que acompañarán el resto de su obra, pero sin duda, es el trabajo de Dick que más se aproxima a la ciencia de la economía, tal vez con la única excepción de “Ubik”.

El planeta que describe implica a enormes corporaciones que controlan el conjunto de la economía. Centradas en los beneficios, en nada mejoran las vidas de las personas. La población intenta mantener sus trabajos con su aportación a estas mega estructuras cuyo centro de todo es Batavia.

Configura los mercados mediante excesos de oferta. Problemas de sobre producción por falta de demanda porque la capacidad adquisitiva de los consumidores no permite la adquisición de productos. Como solución inicial se propone la distribución gratuita de los productos, pero eso aniquilaría los mercados. Entonces ¿qué solución hay? pues quemarlo todo. Dick habla de desintegración completa del sistema social y económico.

“A principios del siglo veinte, el problema de la producción había sido resuelto. Poco después apareció otra plaga: el problema del consumo. En 1950 y 1960, los bienes de consumo y los productos agrícolas comenzaron a acumularse en todo el mundo occidental. Se distribuyeron gratuitamente todos los excedentes, pero esto amenazaba con subvertir el libre mercado. En 1980 se pensó que la mejor solución era juntar todos los productos y quemarlos: cientos de miles de millones de dólares fueron destruidos semana tras semana.”

Se incorporan elementos de corte medieval para establecer las relaciones entre personas. Hay juramentos sagrados, siervos o esclavos, promesas de lealtad, todo ello junto con una especie de androides, un líder supremo, habilidades telepáticas en individuos, colonias en planetas exteriores, un décimo planeta, un líder visionario, etc.

El personaje principal es Ted Benteley, un bioquímico, un tipo normal que busca hacer las cosas de la mejor forma posible pero que, a lo largo de la novela evoluciona y se convierte en una persona cínica. Fue despedido de su trabajo y es aceptado en un grupo de características especiales y, comienza realmente la novela. Es la Tierra en el siglo XXIII, es el año 2203.

El desánimo es general, la economía no funciona. Unos pocos que acumulan la mayor parte de la riqueza por el resto con economías de subsistencia. Pero había algo que podía cambiar las cosas, las probabilidades, las posibilidades aleatorias.

“Durante decenios la economía se había basado en complejos mecanismos dispensadores con los que se distribuían toneladas de mercancías sobrantes. Pero por cada hombre que ganaba un coche, una nevera o un televisor, había millones que no ganaban nada. La desintegración del sistema social y económico había sido lenta, gradual y profunda. Pero había calado tan hondo que los hombres dejaron de creer en las leyes de la Naturaleza. Nada parecía estable o fijo; el universo era un flujo incesante. Nadie sabía lo que iba a ocurrir. Nadie podía contar con nada. La predicción estadística se hizo popular…; el concepto mismo de causa y efecto desapareció. Los hombres ya no pensaron que podían controlar el entorno; todo lo que les quedaba era una secuencia de probabilidades en un universo regido por el azar.”

Todo podía cambiar bajo la Teoría de Juegos, el Minimax. Las posibilidades de superación, de avanzar, de salir de la miseria estaban en función de un colosal juego que incorpora toda la vida. Las pautas de Minimax se centran bajo una especie de equilibrio de Nash, juegos de suma cero en Teoría de Juegos.

En los años 40 y 50 el análisis económico se estaba desarrollando a la vez que Dick escribía su novela.  Von Neumann y Morgenstern establecían las pautas en 1944 con dos individuos, juegos de suma cero y soluciones óptimas. Tucker y Nash en 1950 rematan el trabajo de los dos genios matemáticos anteriores presentando, el primero, los inicios del dilema del prisionero y, el segundo, el conocido equilibrio de Nash con múltiples jugadores bajo estrategias óptimas. Dick evidentemente quedó impresionado por el desarrollo que adoptaba la economía con la Teoría de Juegos y, de hecho, lo citó es su novela.

“El Minimax, el método para sobrevivir en el gran juego de la vida, había sido inventado por Von Neumann y Morgenstern, dos matemáticos del siglo veinte; lo habían utilizado en la segunda guerra mundial, en la guerra de Corea y en la guerra última. Estrategas militares y luego financieras habían jugado con la teoría.”

Hay una especie de Jefe de Gobierno Mundial, Quizmaster, que es elegido mediante lotería. Y hay un asesino, por supuesto elegido por sistemas de probabilidad. Cualquiera puede ser el amo del mundo o el asesino. Pero, bajo la estrategia de Minimax, no tienes que arriesgar, se prudente, aguanta.

“La teoría Minimax – el juego M – era una forma de abdicación estoica, una no participación en la vana lucha de los hombres. El jugador del Minimax nunca se comprometía: no arriesgaba nada, no ganaba nada…, no se dejaba abrumar. Tenía un único objetivo: acumular oportunidades y durar más que los otros. El participante no podía hacer otra cosa que sentarse y esperar a que el juego terminara.”

Y el capítulo 5 detalla como el papel de los individuos en la sociedad está determinado por una especie de lotería computarizada bajo algoritmos como forma de control social para eliminar o minorar cualquier tipo de privilegio. Todos participan por los ansiados premios. Pero el Minimax se juega a dos bandas, el líder y el asesino. Puede resultar que se elija un líder estúpido, pero si el asesino es inteligente la vida del líder será efímera. O al revés, líder inteligente versus asesino estándar, y el líder vivirá más tiempo. En definitiva, son juegos de suma cero. El Minimax te garantiza juegos de azar respecto a juegos de estrategia, racionalidad, destreza y contingencia.

El factor contingente es una de las funciones de un modelo totalmente racional. Nadie puede oponer una estrategia a los saltos fortuitos. Nos vemos obligados a adoptar un método contingente: el mejor análisis de las probabilidades estadísticas de ciertos acontecimientos, más la suposición pesimista de que cualquier plan puede ser descubierto con anticipación. Asumir de antemano que seremos descubiertos nos libera del peligro de ser descubiertos. Si actuamos al azar nuestro adversario no podrá descubrir nada sobre nosotros porque nosotros tampoco sabemos lo que vamos a hacer.”

Juan Vega

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Puedes encontrar más información general de la novela en Wikipedia y amplias opiniones personales en foros de Goodreads. Una discusión de los fundamentos teóricos de la economía en la ciencia ficción / fantasía puedes leerla en “Estado de la Cuestión” en este mismo blog.

Imagen de Gerd Altmann y Rúben Gál en Pixabay.

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