Mercaderes del Espacio // Frederic Pohl y C.M. Kornbluth

Palabras clave: Publicidad, márketing, mercado de trabajo, trabajos basura, capitalismo, sobrepoblación, consumo, pobreza, desigualdad, distribución de riqueza, huckterismo. “Mercaderes del Espacio” de Frederic Pohl y Cyril Kornbluth.

Frederic Pohl y C.M. Kornbluth (1953) “The Space Merchants” ed. Ballantine Books, USA.

Frederic Pohl y C.M. Kornbluth (1955), “Mercaderes del Espacio”, ed. Minotauro, ISBN 9788445076958.

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“Mercaderes del Espacio” es un clásico de la ciencia ficción. Una novela con más de setenta años desde su primera publicación y que, salvo detalles, tienes la sensación de estar hablando de la época actual.  La actualidad del trabajo es de tal nivel que, en 2010, el trabajo se revisó y apenas cambiaron los nombres de algunas compañías por otras denominaciones más cercanas o familiares.

En tan sólo 250 páginas, que es el estilo narrativo de la ciencia ficción de los años 50, Pohl y Kornbluth alcanzan la máxima expresión del género. De hecho, está considerada como una de las seis mejores novelas de ciencia ficción de todos los tiempos. Pienso que, de alguna forma, esta obra marcó algunas pautas o creó conciencia de lo que implica la cultura del consumo en la que estamos instalados y sus consecuencias para los individuos y para el planeta. En mi caso, su lectura supuso un profundo impacto a la hora de mirar el sistema capitalista y las estructuras económicas que la soportan.

La novela es un cántico a la codicia y a la mentira pero con ironía, una visión distópica de la tendencia económica, aterradora y realista pero con humor. Se trata de un esperpento demoledor del sistema capitalista descrito de forma satírica desde los ojos de un ejecutivo de marketing de una gran corporación. Vender a costa de cualquier cosa, cuenta de pérdida y ganancias, ingresos, beneficios…, huckterismo. O por el lado de la demanda, consumismo voraz que arrasa con todo, da igual edades, estatus social o géneros, sin descanso, sin control, sin límite. Y todo lo anterior bajo el sacrosanto poder del todo poderoso consumo.

Se sentó y encendió un cigarrillo. Dudó, una fracción de segundo y luego me alcanzó el paquete.

—Mitch, eres el más joven de nuestros jefes. Pero tienes mucho poder. Una sola palabra tuya, y en unas pocas semanas la vida de medio millón de consumidores habrá cambiado totalmente. Eso es poder, Mitch, poder absoluto. Y ya conoces el viejo dicho: « El poder ennoblece. Y el poder absoluto ennoblece de un modo absoluto».

Mitchell Courtenay es el ejecutivo y Fowler Schocken Associates la Corporación centrada en la publicidad. Esta Corporación y alguna otra controla al poder ejecutivo de todo el planeta. Los políticos bailan al son de estas multinacionales que imponen sus criterios, exclusivamente economicistas. Tienen el poder y lo usan. Pero no hay guerras ni genocidios mundiales, no hay millones de muertos, no hacen falta. La publicidad se encarga de conseguir individuos encantados con una vida miserable. Las personas no son tales, son simplemente consumidores. El trabajo de Courtenay es vender, convencer para que se compre, a cualquier precio. Sustancias adictivas, información subliminal directa a la retina, modificación genética…da igual, lo que haga falta para vender, cumplir objetivos, ganar mercados, fidelizar clientes, mantener estatus.

Harvey se tranquilizó.

—Bueno, acerca de este Mascafé. Estamos distribuyéndolo en quince ciudades. Una reserva de Mascafé para tres meses, mil dólares en efectivo y una semana en las playas de la Liguria. Pero (y esto es verdaderamente grandioso) cada muestra de Mascafé contiene tres miligramos de alcaloides. Algo inofensivo; pero después de diez semanas el consumidor queda atado para toda la vida. Una cura le costaría cinco mil dólares por lo menos, de modo que le resulta más fácil seguir tomando Mascafé. Tres tazas en cada comida y una jarra al lado de la cama para beber durante la noche, tal como se aconseja en la etiqueta del frasco.

El planeta se cae a trozos. Sobrepoblación, problemas ambientales con referencia a la contaminación y escasez de alimentos. Los recursos están controlados por las corporaciones y tanto el combustible como el agua son bienes escasos. La distribución de la riqueza es pésima y, salvo las cúpulas de estas corporaciones, el resto vive como puede. Por tanto, una estratificación social comprendida por unos pocos que acaparan la mayor parte de la riqueza (los ejecutivos) y la gran mayoría malviviendo (los consumidores). Sobre población y pobreza marcan el planeta, por ejemplo, un apartamento de dos habitaciones es lujo sólo para ejecutivos.  Por la otra parte, los consumidores pagan por un escalón en los edificios de las corporaciones para poder dormir, y en ellos se agolpan.

Ya no me faltaba mucho, pero no iba muy bien. El cuerpo me dolía desde los pies hasta el ombligo, y estaba perdiendo un tiempo precioso. Pero, además, eran casi las diez y los consumidores que dormían en los escalones ya estaban llegando. Traté de subir cuidadosamente, pero en el piso setenta y cuatro casi me peleo a puñetazos con un hombre acostado en el tercer escalón. No me imaginé que pudiera tener las piernas tan largas. Después del piso setenta y ocho, por suerte, ya no había más gente acostada. Estaba en el dominio de los jefes.

La vida de Courtenay da un giro cuando es propuesto para dirigir un proyecto estrella, la colonización de Venus. El problema está en que Venus es un planeta inhóspito, pero, para eso está Courtenay y la publicidad, no hay problema.

“La imagen del cohete se transformó en un espacioso cuartito suburbano. El marido estaba doblando la cama y metiéndola en la pared, y sacando el biombo que separaba el rincón de los padres del rincón de los hijos; la madre sintonizaba el desayuno y ponía la mesa. Por encima de los zumos del desayuno y las pastas para niños (y por encima que los tazones humeantes de Mascafé, como es natural) los miembros de la familia se hablaban persuasivamente unos a otros, tratándose de convencerse de los hábiles y valientes que habían sido al reservar pasajes para Venus. Y la pregunta final del más pequeño de los charlatanes “Mamaíta, cuando yo sea mayor ¿podré de llevar a mis hijitos a un lugar tan bonito como Venus? Dio paso a una serie, verdaderamente llena de imaginación, de vistas de un Venus futuro: valles verdeantes, lagos de cristal, resplandecientes montañas.”

Pero entonces todo se complica, porque hay muchos problemas con la idea de colonizar Venus. Por una parte, están los Consies que son medioambientalistas que se oponen al proyecto y al sistema de vida, además hay rivalidades dentro de su propia empresa y por supuesto con las Corporaciones rivales que ansían el encargo. Courtenay termina secuestrado, sin identificación posible y enviado como mísero trabajador a Costa Rica. Y es allí donde se da cuenta de cómo viven los consumidores y de la oposición real existente a todo el sistema social. Courtenay empieza a cambiar. Y todo cambia.

“El verdadero alcance de los contratos B era clarísimo. Uno siempre estaba endeudado. Los créditos abundaban, y había que recurrir a ellos. Si cada semana yo quedaba debiendo diez dólares, al terminar mi contrato mi deuda con Clorela sería de mil dólares. Tendría que seguir trabajando para pagar esa suma. Y junto con mi trabajo, aumentaría mi deuda.”

“Mercaderes del Espacio” es una novela increíblemente acertada sobre la evolución del capitalismo y avanzada en sus críticas sociales. Al estilo de “1984” donde Orwell establece el omnipresente control mental, en esta novela se apuntala el poder del dinero bajo las premisas del márketing y la publicidad. Un detalle más, y anticipo que es una obviedad, a primeros de los 50 no había ordenadores, ni internet, ni la telefonía que conocemos, de hecho, no se había producido una automatización industrial relevante, el planeta era muy diferente… sin embargo, el corazón del capitalismo es el mismo, el que describen Pohl y Kornbluth.

Juan Vega

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Puedes encontrar más información general de la novela en Wikipedia y amplias opiniones personales en foros de Goodreads. Una discusión de los fundamentos teóricos de la economía en la ciencia ficción / fantasía puedes leerla en “Estado de la Cuestión” en este mismo blog.

Imágenes de Mohamed Hassan y 8926 en Pixabay.

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