Makers // Cory Doctorow

Palabras clave: Economía disruptiva, innovación de tecnología, economía sostenible, sociedad de la información, destrucción creativa de Schumpeter, paradoja de Bertrand, mercados de trabajo alternativo, desempleo tecnológico, información asimétrica, paradoja de Arrow, capitalismo, desigualdad, distribución de riqueza, pobreza. Makers de Cory Doctorow.

Cory Doctorow (2009) “Makers”, ed. HarperVoyager (UK) y Tor Books (USA), ISBN 9780765312792.

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La novela se sitúa en un futuro cercano sobre estándares actuales por tanto es ciencia ficción, pero también hay ciencia de la economía. A lo largo de sus páginas Doctorow te muestra a las personas, otras veces se centra en la tecnología, muchas veces sobre negocios y todo, absolutamente todo, salpicado de creatividad. Pero este autor nunca pasa desapercibido, por una parte tiene su tic más famoso, su obsesión por Disney esta vez en forma de un ejecutivo de la multinacional, por otra, el estilo pseudo Heinlen de superdotados escasos y el resto del personal medio idiotas y, por último, el planteamiento de la innovación tecnológica en la nueva sociedad de la información.

La trama incorpora tres personajes destacados, Perry Gibbons junto con Lester Banks dos amigos inseparables y, Suzanne Church, una periodista que  informa sobre lo que hacen. Los dos amigos viven en un centro comercial en ruinas en Miami y son buenos inventando cosas. Artículos hechos de cosas inservibles, conchas marinas que hacen tostadas, muñecas que conducen automóviles, impresoras 3D que fabrican cualquier cosa, etc.

La historia destaca un futuro donde los problemas económicos se acumulan por la inoperancia de los mercados. Las multinacionales tienen problemas por una producción no ajustada a la demanda, obsoleta. Las ventas se detienen, la economía se complica.  

El capitalismo se está comiendo a sí mismo. El mercado funciona, y cuando funciona, mercantiliza y hace obsoleto todo. Eso no quiere decir que no haya dinero disponible, pero el dinero no vendrá de una sola línea de productos monolíticos. Los días de compañías con nombres como “General Electric” y “General Mills” y “General Motors” han terminado.

Entonces, Perry y Lester establecen un plan para financiar a personas inteligentes. Utilizarán artículos obsoletos después de una generación de ventas deficientes y su tecnología implícita para producir ideas extravagantes.  Y se inventan un nuevo modelo económico llamado “New Work”, un mercado de trabajo alternativo. Y tienen éxito, mucho éxito.  

Nuestro plan de negocios es simple: contrataremos a las personas más inteligentes. Personas que podemos localizar y situar en pequeños equipos. Ellos captarán fondos e infraestructura de comunicaciones: material sobrante de la era de las baterías y de las películas. (…) Nuestra empresa no es un simple proyecto, es una red de ideas afines, cooperando como equipos autónomos, todos los cuales estarán facultados para hacer lo que quieran, siempre que proporcionen algo para nuestras arcas. (…) Esta empresa ya no es una empresa: esta empresa es una red, un enfoque, una sensibilidad.

(…)

O como el New Deal, dijo Suzanne. Es como como había venido a llamarlo, después de que acuñara el término “New Work” para describir lo que Perry estaba haciendo, comparándolo con la inversión pública de Roosevelt, plan que sacó a la  América libre de la depresión.

El proceso es bien conocido en economía, “destrucción creativa”, y detrás está uno de los grandes en esta ciencia, Joseph Schumpeter. Los nuevos productos de los innovadores expulsan a las empresas tradicionales de los mercados y generan nueva energía para mantener el crecimiento económico. Ahora bien, en este nuevo entorno no todo es positivo. Existe dos claras repercusiones: en el sector empresarial y en el mercado de trabajo.

Respecto a las empresas, porque la idea de negocio atrae rápidamente imitadores. El nuevo concepto de mercado de trabajo – del tipo micro capital riesgo-  rápidamente se ve inundado por un exceso de dinero, crédito y competidores. Las nuevas empresas comienzan a competir de forma agresiva tanto en nuevas utilidades de la tecnología como en precios. Los precios de equilibrio disminuyen rápidamente y terminan aproximándose a los costes marginales de producción. Se trata de una versión de la famosa paradoja de Bertran sobre un duopolio que por la competencia termina en precios de mercados competitivos y beneficios nulos.

En un mercado, inventas algo y cobras todo lo que el mercado pueda soportar por la innovación. Alguien más descubre cómo hacerlo más barato, o decide que puede hacerlo con un menor margen (…) y, por tanto, puede bajar los precios para competir. Entonces puede aparecer otro  alguien que es menos codicioso o más eficiente que los dos anteriores y compite en precios una y otra vez, hasta que finalmente llega a (…) una línea base de la que no puede bajar, lo más barato que puede producir manteniéndose en el negocio.

Y respecto a los trabajadores, porque la disrupción tecnológica expulsa a muchos trabajadores al desempleo. Las condiciones de trabajo han cambiado y esos trabajadores requieren formación especializada que alcanzan con dificultad. La destrucción de empleo se produce pero la creación es mucho más complicada, es decir, la destrucción creativa se produce sólo parcialmente o lo que es lo mismo, es generadora de paro.

La idea maravillosa de Perry y Lester acaba teniendo problemas. “New Work” se encuentra con numerosos problemas de financiación. Las innovaciones en muchos casos no son conocidas y algo que no es conocido difícilmente es valorable.  Existe un problema de información asimétrica dado que hasta que el producto alcanza cierta expansión en los mercados no puede ser realmente valorado. Se trata de una versión de la paradoja de Arrow aplicada a la ausencia de conocimiento de las innovaciones tecnológicas. El sueño del “New Work” termina desapareciendo en medio de desempleo, demandas y crisis.

En la nueva estructura, los dos fundadores de la estafa New Work, Perry Gibbons y Lester Banks deben supervisar la Disneyficación de los trabajos de los activistas alrededor del Estado.

(…)

“Ahora, llévanos a través de la historia. Has estado cubriéndolo durante mucho tiempo, ¿no?.

” Oh sí. Esto es, lo que se conoce como “New Work” su culto, y sus secuelas. He sacado a la luz  una serie de escándalos que involucran a estos personajes a lo largo de los años: sexo extraño, dinero divertido, trabajo de explotación. Estas son las personas que gastaron todo ese dinero en la burbuja New Work, pasando a fundar un honrado y celestial barrio marginal que caracterizaron como “Living Laboratory”. (…) Hicieron estos extraños trucos con la ayuda de algunos de los mayores fondos de inversión del planeta.”

El “New Deal” inicial termina siendo comparado con la burbuja tecnológica americana de las Dotcom. En terminología financiera son burbujas especulativas, comportamientos irracionales y especulativos con la única búsqueda de beneficios a corto plazo.

La novela tiene un claro impacto económico y social. Por una parte, incorpora una visión de una economía con una conceptualización de mercados alternativos de trabajo y, por otra, destaca las dificultades y los problemas que existen entre la inversión en nuevas ideas y los intereses creados. En otras palabras, adaptarse, cambio, tecnología geek o creatividad frente a las ideas establecidas y mercado de trabajo alternativo con personas trabajando de forma sostenible y rentable.

Perry y Lester plantean de forma inequívoca problemas sobre la naturaleza y el fin del capitalismo. Los recursos son limitados y es necesario discriminar qué bienes  se producen, cuáles no y, sobre todo, cómo se producen. También plantea si la estructura de las empresas que soporta el capitalismo es realmente la única forma efectiva de producir los bienes. Y todo lo anterior mezclado con una preocupación medioambiental al  utilizar materias primas de desechos. En el fondo lo que se plantea Doctorow es la pregunta básica de los mercados neoclásicos: ¿sólo los mercados la mejor forma de proceder a ordenar los recursos productivos? Para Doctorow, la solución de todo esto está en el poder de la creatividad en clara línea con el pensamiento de Paul Romer, el economista de las ideas. Sin embargo, parece que presupone que la creatividad y el sistema capitalista son incompatibles.

Este libro de Doctorow siempre me pareció algo triste. Después de un estudio fantástico sobre la innovación y sobre sus posibilidades, sobre el tipo de sociedad hacia al que vamos, al final, pierden los innovadores. Una empresa termina contratando a Lester mientras que Perry acaba dedicándose a arreglos y chapuzas. Es el final de la sociedad de la información de Doctorow.

Juan Vega

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Puedes encontrar más información general de la novela en Wikipedia y amplias opiniones personales en Goodreads. Un amplio estudio sobre la economía de Makers es realizado por Alberto Cottica. Una discusión sobre los fundamentos teóricos de la economía en la ciencia ficción / fantasía puedes leerla en “Estado de la Cuestión” en este mismo blog.

Imágenes de VintageSnipsAndClips y ComAiDes Crave en Pixabay.

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