Palabras clave: dinero no fiduciario, crédito económico, crédito social, filosofía económica, capital económico, capital social, economía social, mercados negros, bienes de primera necesidad, bienes de lujo. “The Galaxy Game”, Karen Lord.
Karen Lord (2015) “The Galaxy Game”, ed. Del Rey, ISBN 9780345534071.
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Una novela compleja y crítica de la autora de “Redemption in Indigo” y un buen ejemplo de ficción en ciencia social. Tal vez, es adecuado haber leído “El Mejor de los Mundos Posibles” publicada dos años antes que “The Galaxy Game” para situarnos con comodidad en la lectura. El ambiente inicial se ubica en cuatro mundos (The First Four), con una “Creación” al estilo Lord.
“Al principio, Dios creó a los seres humanos, lo que quiere decir que Dios unió los ingredientes, incrustó las instrucciones para construir la plantilla y lo puso todo en cuatro huevos separados marcados como” Imprescindible una unión”.
“Se arrojó un huevo a Sadira. Allí la humanidad creció para reverenciar y desarrollar los poderes de la mente. Se envió otro huevo a Ntshune, y los humanos que surgieron allí se volvieron expertos en tratar asuntos del corazón. Un tercer huevo llegó a Zhinu, y allí el foco estaba en el cuerpo, tanto natural como hecho por el hombre. El último huevo llegó a Terra, y estos humanos no tenían rival en espíritu. Fuertes en la creencia, desarrollaron mentes para especular y debatir, corazones para deplorar y adorar, y cuerpos para elaborar y adaptarse. Tales eran sus mentes, corazones y cuerpos que pronto comenzaron a rivalizar con sus hermanos mayores”.
En este ambiente aparece Rafi, un chico adolescente que posee poderes mentales de tipo psíquico. El planeta en el que habita, Cygnum Beta, desconfía de ese tipo de poderes con lo que Rafi es sometido a un control en una escuela especial. A Rafi le acompaña su amigo Ntenman que de alguna manera es también su protector y Serendipity, una chica con poderes telepáticos. La presión a Rafi es tal que le obliga a huir a un planeta donde sus habilidades psicológicas son más comunes y apreciadas, Punartam. Y es en este planeta donde el protagonista de Lord descubre su razón de ser, con una sociedad cambiante de política, economía y también deportes.
Los primeros cuatro mundos creados ya encontrados sembrados de vida: Ntshune, Sadira, Zhinu y Terra. Luego estaban las colonias, planetas bioformados conformados y colonizados por emigrantes: Punartam, Ain, Tolimán y otros. El sistema terrano era el más cercano a su herencia cygniana, pero el sistema Punartam era el más cercano en tiempo de viaje y rango galáctico. Su único planeta habitable, una colonia de primera ola casi tan prominente como los Primeros Cuatro, tenía fama de ser el primer mundo completamente bioformado, un punto aún debatido por los Academes.
La novela en este punto presenta conexiones inimaginables y repentinas entre diferentes conceptos, el capital económico y el capital social, el crédito social y el crédito financiero, las comunidades de inmigrantes, el comercio, los bienes centrados en satisfacer necesidades básicas y los asociados a bienes de lujo, los mercados negros, etc. Podría ser una clase de introducción a la economía de cualquier escuela de economía donde se conceptualizan los mercados y definen los bienes y las necesidades que satisfacen.
Aparte de la competencia, hay muchas oportunidades en el mercado negro y, gracias al aumento de los precios, el mercado negro estaba floreciendo. Las partes pequeñas y esenciales que no se pueden hacer o duplicar en el planeta se han vuelto muy, muy valiosas. Una vez que la gente pasaba de contrabando pequeñas cantidades de sustancias raras y preciosas en sus intestinos; ahora disfrazan e implantan todo tipo de dispositivos mecánicos, electrónicos y cuánticos.
Todos odiamos a los carteles zhinuvian poxy, pero también está el zhinuvian individual para obtener crédito como cualquier otra persona. No tengo ningún problema con ellos, especialmente ahora que son la mejor fuente de artículos del mercado negro. Realizan contrabando con pequeñas piezas y sustancias raras dentro de sus cuerpos cada vez que aprovechan su especial “tarifa ciudadana” en las naves interestelares de Zhinuvian, y nadie les echa de menos. Es algo arriesgado. Quedarse atrapado significa una pérdida de capital social, imposible de contemplar para un Punarthai, pero factible, más o menos, para algún individuo que pueda irse y volver para intentarlo en otro planeta.
Pero rápidamente detalla que lo realmente relevante en la sociedad son las obligaciones sociales, los créditos sociales, mientras que la obligación financiera implica preocupaciones menores. En distintos apartados indica que es el crédito social el que determina la capacidad adquisitiva real de los individuos. La inclinación de la autora por los aspectos sociales minorando los económicos sitúa su concepción de la economía.
Aún quedaba mucho por aprender. Rápidamente descubrió que para cada variante del sistema de crédito, había varias interpretaciones académicas y modelos sobre cómo deberían funcionar. “El crédito económico es mera ingeniería financiera”, se burló su guía Academe. “El crédito social es arte”. (…) “Entonces, ¿el crédito financiero es lo que me da comida y refugio?”, Preguntó Rafi. Había descubierto que enseñarle lo básico parecía poner a Ntenman de mejor humor, como si al hacerlo restableciera el orden correcto de las cosas.
‘Sí, eso es supervivencia. Pero el crédito social determina lo que comerá, y dónde y con quién “.
Y unas líneas más abajo…
“Pero un buen crédito social hace que mi crédito financiero sea más valioso, ¿no es así?”
‘Más o menos. Estás en un grupo de consumidores de alto nivel para algunas cosas”.
‘¡Entonces esto es bueno! Tengo un nexo y estoy comenzando con mi crédito social. Podré devolverte el dinero “.
“No seas grosero”, dijo Ntenman, bromeando a medias, y Rafi recordó tardíamente que en Punartam, era mala educación para cualquiera, ya sea acreedor, deudor o no estar involucrado, forzar una deuda impagada.
Y cómo entiende la economía Lord con relaciones entre deudas, regalos y créditos.
No me confundas, me gusta Rafi, es un pequeño tranquilo pero también intrigante. Para alguien que creció en los bosques, tiene una comprensión increíble de las redes sociales. Nunca lo he visto perder el tiempo tratando a alguien que no pueda hacer algo por él, un poco calculador ahora que lo menciono, pero lo hace para sobrevivir, pura y simplemente, sólo por eso. No se mete en los juegos más elaborados, pero es sutil de una manera que solo un Ntshune podría apreciar. Invitarme a caminar con él fue amable y calculado. Aumentó su crédito inmensamente y me realizó regalos y deudas. Regalo porque el viaje no me costó nada y deuda porque me hizo un favor sin pedirme nada a cambio. Y luego, nunca preguntó. Nunca me pidió nada. Así que seguí en deuda con él y esta era mi forma de pagarla y mantener mi propio crédito.
Un detalle más de esta novela es el tratamiento para el deporte. No es usual en ciencia ficción la aparición del deporte pero Lord lo incorpora con maestría, combinando lo psíquico y lo físico. Nos muestra como Wallrunning puede ser arte, aunque pienso que se confunde, porque lo que es arte es la descripción que ella hace del mismo…
“El mundo se inclina de repente hacia el cielo; los corredores se reúnen para moverse como uno solo; y los estrategas que se habían puesto al lado se muestran. Con la trama y el propósito y un protagonista por fin, las piezas encajan en su lugar: los balcones estaban llenos de espectadores y su visión era la pared opuesta, que brillaba como una constelación de estrellas danzantes. Los Wallrunners se movían como buceadores, como acróbatas, con la luz atada a sus cinturas, muñecas y tobillos. Esto no era un juego. Esto era puro arte”.
Juan Vega
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Puedes encontrar más información general de la novela en Wikipedia y amplias opiniones personales en foros de Goodreads. Una discusión de los fundamentos teóricos de la economía en la ciencia ficción / fantasía puedes leerla en “Estado de la Cuestión” en este mismo blog.
Imágenes de Oleg Gamulinskiy y 8926 en Pixabay.