Compradores de Tiempo // Joe Haldeman

Palabras Clave: Distribución de riqueza, pobreza, sobrepoblación, Maltusianismo, acumulación de capital, coste de la vida, inmortalidad, riqueza, valor del ocio. Compradores de Tiempo, Joe Haldeman.

Joe Haldeman (1989), Buying Time, Ed.  William Morrow Company, USA, ISBN 9780688072445.

Joe Haldeman (1995) “Compradores de Tiempo” Ediciones B, ISBN 9788440657077.

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Haldeman tiene un lugar especial en la ciencia ficción. Profesor en el MIT en su Taller de Ciencia Ficción en el que reconoce que su imaginación se funde con la de sus alumnos en los trabajos que les sugiere y son fuente de nuevas ideas. Se trata de un autor que gana el premio Hugo en 1976 por “La Guerra Interminable” y es capaz de volver a ganarlo en 1998 con “La Paz Interminable”, es decir, con más de dos décadas de diferencia.

Hay una reseña que me gusta especialmente sobre Haldeman, es de Stephen King y que viene a decir lo siguiente: “Si hubiera un Fort Knox para escritores de ciencia ficción realmente destacados, tendríamos que encerrar allí a Haldeman”.

La novela trata sobre la inmortalidad, se ambienta en el siglo XXI en distintas partes del planeta, especialmente en Sydney. También hay turismo al espacio exterior y existen colonias en anarquía completa en los asteroides y en la propia Tierra. Dos personajes principales, Dallas Barr y Maria Marconi, unidos por diferentes elementos. Barr uno de los hombres más ricos del planeta, tiene tintes de play boy pero no es un mal tipo. María, una mujer italiana de estricta religiosidad aunque con secretos.

Los elementos de ciencia ficción están ahí, viajes espaciales, asentamientos, colonias y, sobre todo, inmortalidad. Los temas del tiempo han sido muy utilizados en la literatura de ficción, de muy diversas formas.

Por salirnos un poco de la inmortalidad estándar, encontramos la novela de Nancy Kress en “Beggars in Spain” donde mediante ingeniería genética “genemods” se consigue anular las horas de sueño por lo que los individuos además de vivir más son mucho más productivos e inteligentes. En otro eslilo está “In Time” una película de ficción distópica con elementos económicos muy interesantes. Es la pura eterna juventud, quedas anclado en los 25 años eso sí, pagando. Pero, a partir de ese momento, es necesario adquirir tiempo si no mueres. Se trata de un nuevo sistema económico basado en el tiempo. La moneda utilizada son los segundos de vida que se intercambian. El tiempo se compra, se vende o se transfiere. Y hay muchos más, “Impermanence” de Daniel Frisano, “Calighata” de Matt Spire, “Acceleranndo” de Charles Stross, “Diáspora de Greg Egan, “Fuego Sagrado” de Bruce Sterling, etc.

En “Compradores de Tiempo” puedes tener siempre un cuerpo de una persona de 20 años, eso sí, sólo si puedes pagarlo (al estilo In Time pero exclusivamente con dinero). La corporación Stileman lo ha conseguido, su proceso garantiza tal objetivo, y sus clientes son los más ricos del planeta. Eso sí, el coste del proceso es estrictamente económico y extremadamente duro, tienes que entregar todo lo que tienes para volver a vivir, es decir, partes de cero en términos económicos.

En 1991, un grupo de investigadores médicos fue a verle con el perfil de lo que sería el Proceso Stileman. Fue uno de ellos, y no el propio Stileman, quien pensó en la idea de utilizar el proceso como una forma de delimitar la acumulación de riqueza personal: más allá de una edad determinada, con el fin de seguir con vida, una persona rica debía convertirse en alguien relativamente pobre cada diez años.

Una vez que se demostró la viabilidad del proceso, lord Stileman se encontraba en posición de chantajear a cualquiera que prefiriera la vida a la muerte.

Y ahora llegan los matices económicos. Puedes vivir para siempre, puedes tener la inmortalidad, por un precio. Has de entregar todo lo que posees siempre y cuando supere un millón de libras. Te quedas sin nada pero vivirás, el menos por un tiempo. Haldeman nos muestra el contrato que forma Barr con la Fundación Stileman donde se concreta los detalles respecto al coste del tratamiento. El tiempo sólo se negocia en caso de rescisión del contrato y sin detallar.

Contrato

Contenido

1. Este documento detalla la relación completa entre la Fundación Stileman (de ahora en adelante, «la Fundación») y el abajo firmante, cancelando cualquier contrato previo, [ref. fs 1a-d, 23e, 56c-f.]

2. A cambio de una serie de procedimientos de prolongación de la vida (de ahora en adelante, «el Proceso»), el abajo firmante cede todos sus bienes a la Fundación, lo que incluye, aunque no se limita a, todo el dinero en efectivo, propiedades, terrenos, derechos presentes y futuros, y cobros sobre deudas pendientes; el valor total de estos bienes es superior a 1.000.000 de libras del año 2010. Según la inflación, esta suma, en el día de la firma del contrato, asciende a 1.105.677 libras, [ref. fs 5a-d, 6, 8a-c, 12, 20-23, 41.]

3. El o la abajo firmante testifica que él o ella no tiene deudas pendientes de pago, que ninguna persona o entidad corporativa le debe al abajo firmante una cantidad superior a 10.000 libras del año 2010, y que durante los últimos doce años el o la abajo firmante no ha hecho a ninguna persona o entidad corporativa ningún regalo valorado en más de 10.000 libras del año 2010. [ref. fs 4, 5e, 7, 30.]

Un cliente de la Clínica Stileman debe jurar quedar en una condición de total bancarrota después del pago. Le está estrictamente prohibido quedarse con importantes ingresos a través de mecanismos de ingeniería financiera opacos. A cualquiera que violara la letra o el espíritu de esta cláusula se le denegará el tratamiento siguiente por decisión unilateral de la junta directiva de la Fundación Stileman.

Garantizo que he leído y comprendido el contenido de este contrato y el documento detallado adjunto.

Cliente, Dallas Barr, Sydney, Australia

Por la Fundación Stileman, Richard Daver Knox

2 Octubre 2080

La novela retuerce el proceso financiero y los pagos deben realizarse cada diez años, es decir, cada década se ha de pagar la cantidad crítica que irá a las arcas de la Fundación. Si en cualquier momento se deja de pagar ya imaginamos que implica. Pero si tienes suficiente dinero cada 10 años, serás inmortal. Una vez más la economía, que ahora garantiza la inmortalidad. Eso sí, inmortalidad solvente.

BOX: Bueno… ¿qué es usted? ¿Sesenta litros de agua y sustancias químicas por valor de unos dólares?

BARR: Esto es fantástico. Una caja gris programada para filosofar.

BOX: No, señor Barr. Yo soy un ser humano verdaderamente inmortal. Usted, simplemente, es un hombre con el suficiente dinero para que le reparen el cuerpo cada diez años.

El proceso es básicamente el mismo, los individuos repiten sus patrones de ingresos. Vuelven a sus antiguos trabajos por dos razones, por el poder que tienen en la compañía a la que pertenecen y por la pérdida de competitividad que supondría incorporar a un nuevo individuo por los procesos de aprendizaje. Además, la “nueva incorporación” es un persona joven y con instinto de ganar, en ello le va la vida.

Sin embargo, tenía razón en lo que había dicho que la mayoría de la gente continuamente repite los mismos esquemas básicos. Le ceden toda su riqueza a Stileman y, luego, cuando salen de la clínica, vuelven a su puesto en la junta directiva o a las vicepresidencias que dejaron cuatro semanas antes. Las juntas directivas siempre están ansiosas por aceptarlos de nuevo… ya que la alternativa sería que se marcharan, con todas esas décadas de conocimiento y experiencia, a trabajar para un competidor.

Hasta ahora las obligaciones, ahora los derechos. La corporación garantiza que tras el proceso tendrás el cuerpo de un joven de 20 años pero con toda tu experiencia y conocimiento. Añaden 2000 dólares para tus primeros gastos y una década para volver a acumular el millón de libras.

La clínica le dio una bolsa barata con una muda de ropa y dos mil dólares en billetes pequeños.

Las pautas del proceso, duración, coste y acumulación de riqueza tienen un soporte económico. Haldeman está preocupado por la distribución de la riqueza y en la novela orienta los ingresos de la corporación para disminuir la pobreza en el mundo. Es decir, inmortalidad para financiar la pobreza, la desigualdad, los proyectos imposibles…. 

No resulta exagerado decir que, a través de este estímulo selectivo, lord Stileman financió la presencia británica y americana en el espacio en el siglo XXI. Ni el complejo de satélites Britannia ni la malograda colonia lunar Downside —por no mencionar el proyecto quijotesco de los propios inmortales, el Adastra— habrían sido posibles sin los miles de millones que se transfirieron de las cuentas de los millonarios que no deseaban ceder toda su fortuna a las Clínicas Stileman…

Enciclopedia Americana, edición del 2068

Respecto al control de la población y la pobreza.

“La parte demográfica es obvia. Si la inmortalidad fuera barata, el mundo se llenaría de personas en poco tiempo. Mis científicos dicen que la inanición sería endémica en doce o quince años”.

Sus científicos, aciertan.

“Incluso antes de eso, sin embargo, habría un colapso económico general. Eso sería cierto incluso si la Fundación Stileman conservara los derechos del proceso, pero no pudiera limitar el período de rejuvenecimiento. Con personas ricas capaces de controlar sus fortunas durante un siglo o más, la primacía económica de la fundación se evaporaría, y esa primacía es esencial para la estabilidad económica de cada nación importante”.

(…)

Se puede ver por qué la limitación era necesaria para que el esquema económico funcionara”, dijo Baird.

“Si los primeros clientes millonarios hubieran cambiado sus fortunas durante setenta u ochenta años en lugar de diez, la Fundación Stileman nunca podría haber crecido tan poderosamente tan rápido. Todos volverían a ser millonarios en unos pocos años, y luego tendrán la mayor parte de un siglo para extender y consolidar sus fortunas. En realidad, podrían gobernar todo el mundo, incluida, eventualmente, la Fundación Stileman misma”.

Pero, no todos en la Fundación siguen procesos altruistas y los miembros de la misma tienen distintos niveles de moralidad. Además comienzan a morir clientes de los procesos Stileman en situaciones poco claras y, todo vuelve a comenzar.

La eterna juventud o la inmortalidad, desde Wilde con Dorian Gray el tema nos impacta. Siempre hay un cobro, siempre hay un pago, quid pro quo. Unas veces por la vanidad de la continua belleza, otras con la locura de la soledad que implica y algunas más, con un trasfondo económico. El dinero lleva a la inmortalidad o a la muerte o a ambas cosas.

Juan Vega

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Puedes encontrar más información general de la novela en Wikipedia y amplias opiniones personales en Goodreads. Una discusión de los fundamentos teóricos de la economía en la ciencia ficción puedes leerla en “Estado de la Cuestión” en este mismo blog.

Imágenes de G. Altmann en Pixabay.

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